La canción de Carlos Puebla me trota en la cabeza. Y me impresiona la franqueza de Obama, «el cerco a Cuba no ha servido para nada». Además, qué lección. ¿Conoce el amable lector a muchos hombres públicos en nuestro país, capaces de decir «me equivoqué»? El paso dado por el presidente Obama y por los hermanos Castro me parece estupendo. En ambos lados hay inteligencia. Y hay política, con su carga de necesidad y de incertidumbre. ¿Habrá cambios internos? ¿De qué tipo? Raúl Castro anuncia «la continuidad del socialismo». O sea, algo así como China post-Mao. ¿Liberales en economía y no en política? Por lo demás, el nudo cubanonorteamericano es muy antiguo. Los une y separa el Caribe.
Con Cuba más de un observador se pasa de listo. Uno de ellos, desde Miami, reduce el tema a la necesidad «de petróleo que tiene Cuba y al hecho que los americanos se sienten fuertes por sus yacimientos de gas y crudo shale en Dakota y en Texas». Es la tesis cínica: «La Habana está dispuesta a negociar su régimen a cambio del fin del embargo». En Lima circula «el imperialismo ha mordido el polvo de la derrota». Es la tesis lírica. Ambas facilonas. En Cuba comienza, al fin, una Transición. Vale recordar, no son fáciles.
Transición en ciencias políticas es la salida negociada de un régimen autoritario. Ocurre cuando los que mandan no pueden continuar y los que llegan no pueden un ajuste de cuentas. Se hace con pactos. Es lo que no entiende Carlos Alberto Montaner (El Comercio) y sí entendió, gracias al cielo, Adolfo Suárez. Al Duque lo conocí y en la España de la Transición vi cómo se desfranquizaban. Cómo se libraban del Bunker, o sea una judicatura, ejército y universidad, con gente del franquismo. ¿Saben cómo? Los jubilaron. Otros se reciclaron en nuevos partidos. Como en Chile postpinochetista. En Cuba la cuestión es: ¿qué hacer con los 12 mil comandantes acostumbrados a privilegios, casonas y tren de vida? ¿Una suerte de nobleza venida de la hazaña de la Sierra Maestra? Una élite del poder no se desplaza así nomás.
Cuba es una isla sin grandes recursos, o sea cuenta el tema del petróleo pero también aspectos particulares de su cultura popular. El Muro de Berlín se derrumba en noviembre de 1989. En 1991 deja de existir la Unión Soviética, y los «noventa» fueron años terribles para los cubanos, el eufemismo oficial los llama «el periodo especial». Cesó la ayuda rusa pero la isla no cedió. Entonces hice una larga estadía. Para intentar saber qué sustentaba el poder, pese a las privaciones. Escribí una crónica para una revista limeña. En ese viaje me percaté de algo que viene de la geografía del Caribe. La Cuba de los años 90 más que socialista ha sido y es anticolonialista. Y Fidel se vuelve el abanderado de un principio en lo que no transigen los cubanos. No quieren ser portorriqueños.
En suma, van a contar en las negociaciones, convicciones y geopolítica. Y además los de Miami¡! El núcleo más reaccionario del planeta, pidiendo que les paguen los devengados de estos últimos 60 años. Y entonces, ¿qué hacemos con la canción de Carlos Puebla, «un Fidel que vibra en la montaña» y «Cuba sin yanquis te quiero más»? Por lo visto, los yanquis regresan, Obama no ha bajado todavía todas sus cartas, y los castristas no se van. Interesante. A seguir.
Publicado en El Montonero., 22 de diciembre de 2014
http://elmontonero.pe/columnas/2014/12/cuba-que-linda-es-cuba/