La guerra que no fue

Escrito Por: Hugo Neira 2.181 veces - Nov• 02•17

De cómo Juan Velasco Alvarado quiso invadir Chile. Hugo Neira, otrora director de difusión del SINAMOS, recuerda la anécdota.

 

“Mira, hijo, tienes que entender que a estos chilenos nunca más los vamos a encontrar en la situación en que están”, le dijo Velasco a Neira desde su cama en el Hospital Militar. Era 1977, según el exdirector de Correo. “Por primera vez tenemos mejores aviones, tanques y habíamos estudiado un ataque como el de los israelitas en el Sinaí. Los íbamos a agarrar con los pantalones abajo”.

“El plan de Velasco era ocupar Arica, Iquique y Antofagasta”, dice Neira.

Parada Militar setentera. La dictadura compró 240 tanques soviéticos T-54 y 280 T-55. “El gobierno chileno habría llamado a la OEA, a Estados Unidos”, dice Neira citando a Velasco.

 

Velasco me tenía una gran confianza y eso me permitió, en esos años, ciertas libertades. Cuando se cierra Caretas y se exilia a Enrique Zileri, quien esto escribe publica una protesta en primera plana del diario Correo. Con riesgo a que me retiraran del cargo de director. Eso propusieron varios generales. Era una dictadura, y Velasco les dice ‘no’. ¿Y voy ahora a ponerle palabras en la boca que no tuvo?

Velasco preparaba una intervención en territorio chileno. Sobre ese tema me dijo muchas cosas cuando lo visité en el Hospital Militar. Era un diálogo entre amigos que no se iban a volver a ver nunca. Yo partía a Europa (no había otra opción) y  Velasco muere unos pocos meses después. Sobre la guerra que no se hizo, me puso ante dos posibilidades. En la primera ganábamos. Porque «era una guerra entre ejércitos». Por una vez, «teníamos más armas». Textual. En la segunda, de volverse una guerra prolongada, entraba a tallar la reserva. «Mira hijito, tú eres un muchacho bien formado, tienes tu pinta, sólido, y no quiero faltarte el respeto, pero en Chile, la reserva tiene un millón como tú». Y entonces, perdíamos.

Zapata: “No hay ningún indicio de eso”

Esa versión de Velasco, ¿no la entiende el historiador Zapata? Menos mal que no fue cronista en el XVI, habría despreciado a los quipucamayoc. Ocurre que algunos de nosotros no solo somos sociólogos o psicólogos o juristas, sino y de paso, testigos de vista. Max Hernández, Julio Cotler, Enrique Bernales, ¿qué no hemos visto? ¿Quién es a quien no conocimos? ¿Por qué eso fastidia tanto? Sí, pues, he conocido a Haya de la Torre, a Jorge Basadre y a Víctor Andrés Belaunde. En plan Montesinos, ¿tenía que haberlos grabado? Y en mis viajes, Fidel Castro, Borges, Octavio Paz, Sartre, Lévi-Strauss. ¿Y yo qué culpa tengo?

En cuanto al velasquismo, dos palabras. Razonando como lo quería Nietzsche, «a martillazos». Sociológicamente, es la ruptura del statu quo por una élite militar. La desaparición de la oligarquía. E históricamente, Velasco es el tajo de la historia. En 1969, se acaba la colonia.

Publicado en Caretas, n° 2512, jueves 2 de noviembre de 2017

http://caretas.pe/sociedad/80668-la_guerra_que_no_fue

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