La sencilla verdad sobre la escuela privada. Una madre de familia

Escrito Por: Hugo Neira 1.776 veces - Sep• 04•15

«Estimado Dr. Neira:

Leo sus notas regularmente. Quería hacerle llegar un comentario personal sobre el tema de educación que tocó en la entrevista de El Montonero.

Primero, quiero decirle que tengo tres niños y cursan los tres niveles de educación: jardín, primaria y secundaria, en un colegio privado bilingüe, en la capital. Todos tienen entre 29 y 30 horas semanales de enseñanza impartida por ‘horas lectivas’ de 35 mn (antes era 45 mn, ¿quién regula esto?). Así que, en estos meses que me he dedicado a ver sus clases, trabajos y tareas, he podido apreciar que la aplicación de la tecnología es beneficiosa para la mayoría de áreas educativas. Por dar algunos ejemplos, se puede hacer un recorrido completo al cuerpo humano en diferentes versiones, ver en 3D las diferentes clases de átomos, he podido escuchar el rap del esqueleto con los nombres de todos los huesos y su ubicación, la cumbia del abecedario, los artistas del Renacimiento hablándote de sus obras y la ubicación de las mismas, etc. Aunque el desarrollo de tecnologías aplicadas a la educación en nuestro país aún está en una etapa primitiva, creo que es de gran ayuda y que el Estado debe desarrollarla mucho más.

Por otro lado, coincido con lo que usted dice en la entrevista: «deberíamos regresar a los estudios de mañana y tarde», la que fue la educación que llevaron mis padres o mi esposo, que es de los padres «mayorcitos», esa generación que puede hablar con cualquier hijo del mundo, de cualquier profesión, porque aprendieron a conocer su país primero y luego la historia de los países del mundo y la historia universal; aprendieron de geografía, de climas, de quebrados y a multiplicar con la mente. De los que hacían deporte y se apasionaban con uno, esa generación que terminaban con especialidad en letras o ciencias. La generación del servicio militar obligatorio, aunque esa es otra historia. En los sílabos de mis hijos escasean los «conocimientos básicos».

Hace unos 4 años cuando mi hija estaba en 4to grado de primaria (9 años), mandé una carta al colegio porque yo no podía creer que las clases de Historia del Perú se habían reducido a una (1) hora semanal, asumiendo que era cuestión del colegio. La respuesta fue: «Es la currícula que el Estado nos obliga a seguir». Infructuosamente quise cambiarla con unas cuantas madres que estaban de acuerdo conmigo, pero el colegio está más preocupado en que los alumnos hablen inglés. Al año siguiente, el curso cambió de nombre a «Personal social», o mejor dicho, ¡el curso desapareció! En ese sentido comparto su opinión de que tristemente somos el único país que no tenemos un curso dedicado a nuestra historia.

En matemáticas no les enseñan a «pensar» o razonar, todo es práctico, mecánico y en la siguiente semana no recuerdan lo que han hecho. En literatura ya no recitan poesías como antes, o se «olvidaron» de analizar lo que el autor quiso decir, y dar una crítica personal a lo leído, porque no les enseñan a interpretar.

Ya no escriben, todo lo pegan. Ya no investigan, es lo que llaman “copy/paste” de la web a la impresora…

Me la pasaría contándole muchos otros detalles, que posiblemente usted en sus aulas ya observó … Así que para terminar, espero sinceramente que el próximo presidente tome la educación como una política pública y sistémica, que no sea aislada, reformando desde el jardín de niños hasta la universidad, tomando el riesgo de ver sus primeros resultados en un largo plazo y que usted pueda influenciar en estos difíciles pero necesarios cambios por un Perú mejor.

Cordiales saludos

E. W. »

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