Marca Perú ¿quién lo entiende?

Escrito Por: Hugo Neira 2.260 veces - Sep• 09•14

Cuando vi por vez primera el logotipo de Marca Perú, tuve la sensación de recibir dos mensajes antagónicos. Con el primero, me dije a mí mismo, mis paisanos se preocupan por el nombre del Perú y hacerlo conocer en el mundo; quieren para el país, la “gran industria sin chimeneas”, como la llamaron en España, años del franquismo, cuando el turismo atrajo turistas, unos 40 millones, tanto como españoles. Les llovían visitantes. He dicho dos mensajes. El segundo era una rara sensación, no sé, de engorro, de incomodidad. No me terminaba de cuajar lo de Marca Perú. Como si estuviera incompleto. Por lo demás, el signo que habían elegido los “conceptores” —la cola del monito de Nazca— no me parecía lo más explicito. ¿Una espiral? Laberintos hay en todas partes, para comenzar en Grecia.

En publicidad, el buen afiche es el que habla por sí mismo. En semiótica, el signo remite a algo ya conocido, a un referente (Saussure). Todo esto puede parecer muy teórico, pero se juntaba al fastidio (espontáneo) que me producía Marca Perú. Una mañana en una ciudad europea, veo una masa de turistas asiáticos. Y la idea me vino de golpe y porrazo. En Marca Perú falta algo. Justamente, el nombre completo del Perú. Reemplazado por la espiral de la cola del mono de la pampa de Nazca.

Mi pregunta a sus conceptores es sencilla. ¿Qué es lo que se ha perdido al omitir la letra ‘P’, que se escribe pe? ¿Qué consecuencias en la experiencia común tras la invisibilidad de la decimonovena letra del alfabeto?

¿Se sustituye un valor confirmado? Vamos a ver, amigo lector. ¿Aprueba usted un afiche en donde en el nombre de París se carga la pe? ¿La gente iría a Aris? Le quita usted la letra ‘N’ a New York? Perdón, no estoy diciendo que el nombre de un lugar es intocable, estoy diciendo —en la era de la globalización— que hay naciones que ya tienen un capital invertido en el nombre que llevan, archiconocido. Pero ¿China, si la ‘Ch’? ¿México sin la ‘M’? Por lo demás, hay 1500 millones de chinos, y cuando vean la cola del mono, van a creer que es un carácter como en su lengua. ¿Cómo van a saber que es figura en un gigantesco calendario de Nazca que no han visto todavía?

El concepto ‘Perú’ (completo) es logotipo que circula planetariamente desde el XVI. Se lo han cargado. Ventura García Calderón en 1939 escribe Vale un Perú. “Orígenes de nuestra reputación” (p. 20 y ss). Un par de siglos atrás, don Antonio de León Pinelo escribe que el paraíso bíblico quedaba en el Perú. ¿Tonteras coloniales? Pero más amorosa de lo nuestro que el par de improvisados que se han cargado la letra ‘P’. Nos han dejado sin patria y sin paisaje. Todos con pe. Como poncho, Piura y Puno. No vamos a tener turistas de Olonia y el Araguay. ¿Por culpa de quién? De nosotros los eruanos. Hay 1000 millones de musulmanes, muchos de lengua árabe. Y ni ellos ni los asiáticos vienen de un alfabeto indoeuropeo. O sea, perdemos dos mil millones de seres humanos para los cuales hay un inubicable país llamado eru.

¿Qué nos hizo la letra ‘P’ y el nombre del Perú que lo ocultamos? Me inquieta el subsuelo de esa decisión comercial. Su fenomenología, lo que manifiesta, posiblemente más allá de sus conceptores. No quieren al Perú. Nos quitaron el nombre de la atria, del adre, del aís. Sin la consonante bilabial de la ‘P’, se nos fue cinco siglos de eruanidad. ¿Cosas de la creatividad eruana? Sin embargo, la linda letra en el uso común, se vuelve una fricativa. Cuando decimos, “ya pe”, no se pasen. ¡Nos quedamos sin achamanca y sin oncho! Y todo por el oto del mono de Nazca.

 

Publicado en El Montonero., 8 de setiembre de 2014

http://elmontonero.pe/columnas/2014/09/marca-peru-quien-lo-entiende/

 

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