El concepto de errancia (I)*

Escrito Por: Hugo Neira 138 veces - Ago• 21•23

Es un concepto fundamental. Gran parte de nuestros literatos y políticos han vivido la experiencia de la errancia. No es lo mismo que un exilio. Es un exilio voluntario. Pero no voy a desarrollar este tema abstracto antes de ponerlos frente a lo empírico. Y lo empírico consiste entonces en que voy a mostrarles una serie de lo que llamaríamos ‘políticos-intelectuales’ —que los ha habido, o pensadores—, para el campo de la política, y literatos creadores de novela, de poesía, de relatos que tienen también un contenido político. Dos familias, literatura y sociología, como lo han presentado estupendamente las personas que me han precedido. Me olvidé hacerle una pregunta al doctor que estaba antes que yo, y que era sobre el tema de por qué Jorge Basadre, el gran historiador, decía «Arequipa ha sido durante el siglo XIX una pistola apuntando al corazón de Lima». Eso es para un desarrollo (lo hemos conversado afuera), pero me dijeron que no podíamos hacerlo ahora.

Yo quisiera pedirles algo personal e importante. Ya que el tema de la errancia significa movimiento, libertad, les pediría que se acerquen, que estemos más cerca unos y otros… No importa que seamos muchos o pocos, pero, por favor, acérquense un poco. Estaríamos mejor que los que están sentados al fondo y que, me temo, con los problemas acústicos, no logren entenderme. Los invito a venir más adelante, lo haremos así más íntimo, más sala de lectura y de conversación. Muchas gracias. Siempre habrá una o un rebelde, ¡la felicito! Si va a querer quedarse en el fondo, no hay ningún problema, después de todo estamos en Arequipa. Pero eso no se lo voy a contar para la conferencia. Tengo hermanos míos nacidos en Arequipa, los Rojas Samanez. Yo soy Neira Samanez. Y mi padre, Neira, era arequipeño de Camaná. Y cuando recuerdo mi infancia, esas cosas que los seres humanos no podemos recordar atrás de los cuatro o cinco años, yo me acuerdo de Arequipa. Me acuerdo de Arequipa porque entre los cinco y ocho años estuve aquí. Así que les digo que es muy grato para mí venir aquí, a esta ciudad. Porque tengo unos lazos familiares. Y mis abuelas arequipeñas, las Damiani, una familia de Arequipa, se ocuparon de mí y me adoptaron en el momento que mis padres se divorciaron. Y ya vivía en Lima. Quería contarlo porque eso también se puede hacer ahora que se han movido más cerca.

Voy a comenzar entonces por el tema del mundo de los políticos. La hipótesis es que los políticos, los grandes políticos, peruanos políticos pensadores, tuvieron inevitablemente que pasar un periodo de aprendizaje y de formación de civismos en Europa. Pero pudo haber sido en otro lugar. Y comenzaré por alguien que nosotros conocemos todos, José Carlos Mariátegui. ¿Quién era José Carlos Mariátegui? No estaba en su destino ir a Europa que era el viaje de las clases dominantes, los grandes intelectuales como García Calderón habían estudiado allá. No era el dominio americano del día de hoy, era la lengua francesa. Pero Mariátegui nace en 1894, en Moquegua, de Francisco Mariátegui su padre y María Amalia La Chira, su madre. Es un hijo natural, entonces quien se ocupa de la educación del niño Mariátegui en Moquegua es la madre. Ajustadamente, con una gran pobreza, señora india o mestiza, no tiene los medios para continuar y apenas consigue la educación primaria de José Carlos Mariátegui ­—el más excepcional socialista de América Latina—, en Huacho. Luego Mariátegui, que tiene una enfermedad (la tendrá toda su vida), va a trabajar en Lima de alcanzarrejones. ¿Saben qué cosa es un alcanzarrejones? Es el que llevaba las piezas de la imprenta de la época. Y en poco tiempo, ya en 1916, era redactor de carreras de caballos y de cosas frívolas. Pero él no quiere mancharse con ese origen y se pone un seudónimo, Jean Chroniqueur, un invento suyo. No recogió nunca sus artículos de ese periodo. Y en un momento determinado él comienza a aparecer en la escena política e intelectual peruana. ¿Qué caminos tomó para ilustrarse? Fue el gran amigo de Abraham Valdelomar. Valdelomar era un hombre de una cultura inmensa y fue quien lo guio hacia la literatura, el saber escribir, la importancia de la lectura. En cambio, Mariátegui influyó en el pensamiento casi socialista de Valdelomar. Pero Valdelomar se muere. Luego este otro eje que podemos decir autodidacta, con propedéutica propia, compite con los jóvenes escritores de las clases dominantes y forma un periódico, La Razón, que le resulta un inconveniente a Leguía que comenzaba a volverse un tirano. Leguía llegó y los jóvenes lo llamaban «maestro de la juventud» en San Marcos. Se equivocaron y después tomaron distancia de él. Entonces Leguía, y esto es muy importante saberlo, quiere deshacerse de este joven periodista tan incómodo que tiene un periódico obrero-estudiantil. Miren ustedes, no hay ningún periódico obrero-estudiantil al día de hoy que fuera de aquellos estudiantes de lo mejor de la gente universitaria que vendría después. Entonces Leguía le propone un viaje, una beca. Se lo han criticado mucho. ¿Qué hubiera hecho cualquiera de nosotros en su caso? Aceptó y partió. Mariátegui visita Francia, luego Italia, Austria, Checoslovaquia y, como él mismo dice en uno de sus ensayos, no llegué a la Unión Soviética, a Rusia — pues no había aún Unión Soviética— porque me lo impidió el matrimonio que tuve y también mi salud. Entonces, la cuestión es la siguiente: ¿cuándo se construye José Carlos Mariátegui? Se construye pues en el viaje a Europa. Está claro y lo dice en la entrada de los Siete ensayos, «no hay salvación sin Europa». No es la Europa colonialista, no es la derecha. Europa quiere decir, en ese momento, el conocimiento, la filosofía, el saber, la exigencia, el rigor. El conocimiento del mundo, de la historia para entenderlo, y eso está en este libro. Primer caso entonces de un pensador peruano que saliendo de la nada, como cualquiera de nosotros que está aquí, llega a lugares extraordinarios. ¿Qué da eso? No quisiera extender el tiempo que estoy usando para el viaje, solo me hago una pregunta pues Mariátegui no es un marxista como lo pensamos. ¿Qué marxista hubiera citado a Nietzsche? Lo cita dos veces en su prólogo y es muy libre. Era amigo de Benedetto Croce, que era un filósofo socialista, pero no marxista, italiano. Como dice él, «desposé en Italia una mujer y unas ideas».

El otro personaje excepcional, sin aprismo ni antiaprismo, viene a ser Víctor Raúl Haya de la Torre. Con Haya las cosas son distintas. Haya era trujillano, como sabemos, de una familia burguesa con pujos aristocráticos por ‘de la Torre’, este formidable personaje político que yo conocí personalmente y que conversaba conmigo cuando yo era un joven comunista, con gran libertad, sin ningún prejuicio. Juntó clases sociales oprimidas, lo cierto, en su partido. Haya era un aristócrata, de la Torre. Tenía más linaje que la oligarquía del Perú que compraba en el periodo colonial los títulos de nobleza. Entonces, Haya de la Torre es el fundador de un partido como lo fue Mariátegui, pero a su vez es el creador de la Universidad Popular ‘González Prada’. Y ese Haya de la Torre era a los 23 años el secretario de la Federación de Estudiantes Universitarios. Eso no parece nada, pero en ese momento era muy importante. Y Leguía lo destierra. La verdad es lo siguiente: el destierro de Haya de la Torre fue lo mejor que le pudo pasar en toda su vida. Miren adónde fue. A México. México era la cuna de las revoluciones. El año 24, ya ese México estaba saliendo de la violencia de las armas. Fue una revolución popular, una revolución de un millón de muertos, y los líderes venían del pueblo (Zapata, Pancho Villa). Y él es secretario del gran pensador Vasconcelos. Tendría que ser muy inteligente porque no tenía ningún doctorado para que Vasconcelos, gran filósofo, lo tomara como asistente. Luego de eso viaja a Londres, qué suerte. ¡Qué Londres! El Londres de los años 20: Malinowski, el creador de la antropología; Laski, con k, que es uno de los más grandes pensadores socialistas y nos hemos olvidado de él. Era un Oxford fuera de serie, con la libertad que tienen las universidades inglesas. Luego fue a Alemania, la Alemania de Weimar, y ya veía las marchas de los nazis (no ve la victoria), y antes de eso (me estoy saltando algo), viajó a la Rusia bolchevique. ¿Saben ustedes que durante los años 1917 a 1925, Rusia, en el campo cultural, era abierta, novedosa? Había corrientes de artistas de todo el mundo y gentes que leían. Antes de Stalin, en el momento en que estaba gobernando Lenin. A quién conoce es a Lunacharski entre otros pensadores extraordinarios que van a aparecer asesinados después por Stalin. Yo alguna vez, cuando conversábamos, le pregunté cómo era Trotski. Tenía la edad de saber quién era Trotski.  Trotski estaba con vida y era un personaje importantísimo, el heredero de Lenin. Pero se descuidó. Después de esa Rusia bolchevique —e insisto, es un momento extraordinario del socialismo—, él vive en Alemania. Y ese hombre vuelve al Perú. Entonces ¿cuándo se formó Haya de la Torre? En la errancia. ¿Por qué se le habría de pensar en un posgrado? No. Cambiar de país, de cultura, de valores, de lengua, porque cuando cambias de lengua, cambias todo. Las palabras del alemán no siempre se pueden traducir al castellano. No tienen traducción. El Beruf de Max Weber, por ejemplo —que quiere decir algo como la devoción política, la devoción religiosa, protestante— explica, en su libro fundamental La ética protestante y el espíritu del capitalismo, la ética calvinista, por qué los protestantes progresaron económicamente. Lo digo, sin distraerlos mucho del tema, porque convirtieron el trabajo —no los católicos, los protestantes, no soy protestante y no tengo nada en contra de los católicos, es la historia—, en una plegaria. El protestante transforma la plegaria del domingo de los católicos en la tarea de hacer bien las cosas en la vida corriente. Es su manera de transmitir a Dios un mensaje. La seriedad, el rigor, etc. Claro está, una sociedad así, de artesanos honestos y prácticos, progresa. Entonces es una transferencia extraordinaria de un pensamiento trascendental, la pasión religiosa, a la vida inmanente, a la vida de todos los días. Entonces, ¿qué hizo Haya de la Torre? Aprendió el alemán, además del inglés. Es que esta errancia no fue con un propósito. En un momento determinado tuvo tuberculosis, se la encontraron los rusos y lo enviaron a un lugar que se llama Crimea, que parece está lleno de playas y calor, y se curó. Pero se le quedó un tubérculo, una cosita así, y a los 80 y tantos años, ese tubérculo chiquito despertó, se volvió cáncer del pulmón y se murió. No llegó a ser Presidente.

Dos grandes pensadores peruanos que se han construido en la errancia. Poca importancia tiene que sea en este momento Europa, podría ser la China, podría ser otro país.  […] Continúa la semana próxima.

* Ponencia de octubre 2018

Publicado en El Montonero., 21 de agosto de 2023

https://www.elmontonero.pe/columnas/el-concepto-de-errancia-i

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