Carnet de viaje. El mundo tal como es

Escrito Por: Hugo Neira 2.790 veces - Mar• 02•14

Sí, pues, mientras se viaja se escribe. Un poco como Luis Alberto, “cuaderno de bitácora”. Apuntes. “La vida como navegación”. ¿Quién dijo eso? Creo que Ortega y Gasset. ¿Saben qué impresión me provoca París cada vez que retorno? Un campamento de petróleo. No porque debajo de cada torre se le encuentre —Instituto de América Latina, Instituto del Mundo Árabe— sino yacimientos de ideas, valiosas como el oro negro. La información del mundo. Así, grandes salas de lectura, revistas científicas, conversación con colegas, librerías, y esto y aquello, abrevian mi sed. He venido tras información rigurosa. Aquí, pues, unas ideas sobre lo que pasa en el planeta.

1. En este momento preciso, el planeta vive una gigantesca transferencia de riqueza y potencia. Diremos, de manera global, de Occidente hacia fuera de su geografía. Algo sin precedentes. Proviene de la deslocalización de capitales y el auge económico de India, China, Brasil y Rusia. En efecto, si se toma dos de ellos, India y China, por su masa de población, si sus expobres han abandonado la extrema pobreza —clases medias emergentes de unos 400 millones en India y por lo menos 500 millones en China— estaríamos, pues, ante un fenómeno sin antecedente alguno en otro tramo de la historia humana. Naturalmente, quedan pobres en el Asia próspera, en zonas alejadas, rurales, y algún turista puede fotografiar todavía mendigos en sus grandes urbes. Pero sumando nuevos millonarios y clases medias emergentes, los pobres ya no son mayoría. Examinemos, entonces, las paradójicas consecuencias.

2. La primera, ¿de qué se van a ocupar las izquierdas si los pobres disminuyen o desaparecen? Pues de las desigualdades, que se van a acrecentar. Se tendrán que ocupar —tendremos que hacerlo— de sociedades de ciudadanos. No necesariamente de miserables. Es el caso “de los indignados” de Madrid. Son otro sujeto social. Jóvenes magníficamente formados pero desocupados, lo que cambia todo. La idea misma de vanguardia desaparece. Otras sociedades. Otros tipos de tensiones y lazos de solidaridad. El Nuevo Mundo es donde hay ciencia y tecnología y también nuevas formas de injusticia. Las metamórfosis del capitalismo. La nueva cuestión social. La historia continúa, pero no es la misma. (Sobre estos temas, esperar mi libro!)

3. La segunda, la mundialización no es la norteamericanización del planeta. En otras palabras, la extensión de la libre circulación de los capitales y los intercambios comerciales, no han hecho más poderosos a los Estados Unidos y a Europa, al contrario. “El impacto de Pekín, segunda potencia en la economía mundial, la vuelve una potencia militar de primer plano; la China, además de ser el primer importador de recursos naturales, puede convertirse en el mayor país contaminador del planeta” (Informe, Adler, 2009). ¿Las nuevas potencias se sumarán al deterioro de la atmósfera? Por otra parte, aun con los BRIC emergentes, la importancia de Estados Unidos, no desaparece. Solo que será menor. Ni decadencia ni hegemonía, vamos hacia un mundo multipolar. La mala noticia de la buena es que eso dibuja un mundo internacional extremadamente complejo. Acaso bastante caótico.

4. Siguiendo con los del BRIC, todo indica que hacia el 2040, “esos cuatro países extra-occidentales tendrán lo que el G7 del PBI mundial tienen hoy”. Sus modelos de crecimiento son, en unos casos, la combinación de democracia liberal con mercado, Brasil e India, y en  otros casos, de capitalismo de Estado, “una fórmula imprecisa que resulta vagamente útil para describir un sistema de gestión económica que concede un papel predominante al Estado” (Informe, Adler, p. 60). En todo caso, variables de capitalismos distintos. La noción de comunismo o socialismo, siento decirlo, ha desaparecido. No de nuestras universidades.

Este auge (ajeno) tiene una explicación. Entre otras causas, “la educación ha sido el factor capital en la capacidad de esas naciones para usar su potencial económico. Se constata hoy en ellas, el acceso a una instrucción primaria adecuada, a una secundaria de calidad y a estudios superiores”. Uno de los informes que he consultado dice lo siguiente: “Se conocerán en el futuro y a medida que los grandes países en desarrollo progresen, en particular en China, los dividendos de los grandes esfuerzos hechos para el desarrollo humano”. Otra de las causas del auge es la apertura de las clases dirigentes, incluyendo Pekín, a la eficacia administrativa.

5. Hay un fantasma que trota en la cabeza de profesores de catedráticos y políticos: las inversiones extranjeras directas (IED). Cierto, sus flujos, en el 2009, eran de 1,216 billones de dólares (sí, billones), o sea un 3% del PBI mundial. Pero ha ocurrido lo que los economistas llaman “el efecto bumerán”. Según la consultora Ernst & Young, “en el 2007, unas 221 empresas de los países emergentes figuran entre las 1000 primeras mundiales”. Y la capitalización de esas empresas externas al mundo occidental, “crece más rápidamente que las multinacionales del Norte” («Atlas», Le Monde Diplomatique). Las categorizaciones tradicionales —norte rico y sur pobre— son ya arqueología. ¿Vamos a una clase media internacional?

6. Otra mala noticia. La América Latina no forma parte de esa globalización de intercambios. Mejor dicho, no somos los países más atractivos para los inversores, contrariando un sólido mito, fuerte en nuestros empresarios que la ven como una ventaja y la izquierda troglodita como una invasión. Pero los capitales del mundo no corren como locos hacia la América Latina. ¿Adónde van entonces ? De USA a Europa y a China,  Hong Kong y Singapur, y algo a Rusia. Lo que se invierte en Hong Kong es tres veces todo lo que se invierte de México a la Argentina (fuente: Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, 2008).

7. ¿Al menos exportamos e importamos? La verdad es que muy poco. En la cartografía de los intercambios internacionales, las cifras son las siguientes: América del Norte reúne, como export/import, 1678 miles de millones (M). Europa unos 4963 M (no lo dicen nuestros expertos, es la primera zona comercial del mundo). El Asia-Pacífico, 3 277 M. Los países del Medio Oriente y del Golfo, 642 M. Y Rusia, 425 M. Nuestro continente, 429 M. O sea, el comercio asiático es siete Américas Latinas juntas.

Un consuelo, ¿el turismo? ¿Nuestras maravillas? ¡Machu Picchu! Lo cierto es que las cifras del turismo mundial dicen algo distinto. ¿Saben cuántos millones de arribos hay por año para América del sur y el Caribe? Unos 43 M de personas. En el mismo periodo, 188 M para el Asia. Y para USA, unos 98 M. Ahora bien, ¿cuál creen que es el destino mayor de los turistas en el mundo? Es Europa, 488 M. Seamos realistas. ¿Qué chica norteamericana no aspira alguna vez a pasearse por París? Así es el mundo. Para cualquier consulta sobre migraciones, la fuente es Oxford (www.rsc.ox.ac.uk).

Queda un sinnúmero de temas (los libros en paréntesis). Y otra agenda, para quienes quieran conocer lo que se piensa más allá de la neblina limeña. El hundimiento de civilizaciones por motivos ecológicos (Jared Diamond). La falta de tiempo individual, técnica y social, y como respuesta, quienes buscan el slow, el desarrollo tranquilo, las slow city, el slow management, la producción con pausas, en Hartmut Rosa (Accélération). “Los conflictos sociales por todas partes”, en Arjun Appadurai (Geografía de la cólera). Y un tema político en el que me inscribo, “el republicanismo como alternancia al liberalismo”, en libro de Rosanvallon. En fin, ¿quién podía adivinar la ascensión de Hitler? ¿El fin abrupto del bloque soviético? ¿El fenómeno Internet? Y una idea fuerte: la historia es imprevisible, lo que nos aleja de sistemas cerrados de pensamiento (Le cygne noir, Nassim N. Taleb, 2008). Para los que no puedan leerlo en francés, esperarán la traducción al inglés, o unos decenios después, al castellano.

Ver fuentes Atlas en : http://youtu.be/-ZhLxxEYJaQ   y http://youtu.be/rne_k9rHOZ4

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