¿Burguesía u oligarquías dominantes en América Latina?

Escrito Por: Hugo Neira 300 veces - Ago• 15•22

El tema de la burguesía en el Perú, desde el primer día de la Independencia, es decisivo. A Francisco Durand, le debemos el artículo, de 1982, “Sobre el problema de la Burguesía en el Perú”. No la tenemos. Antes de continuar, conviene recordar que el carácter de una burguesía se le encuentra en las naciones y países más avanzados, en la cumbre de las clases sociales. Sin embargo, su actividad mercantil y acumulación de propiedades, se le enfoca de otra manera. Es necesario conocer un poco el origen y la historia, sin apresurarse, de la burguesía peruana.

No es local ni vino con la Conquista. El origen de las burguesías proviene en todo país de la Edad Media. Y como se sabe, su actividad mercantil estaba lejos de la nobleza y de la clase obrera. Conforme pasó el tiempo, desde el siglo XVII desafía el poder monárquico y vence a lo que llamamos el Antiguo Régimen. De ahí vienen las Revoluciones burguesas, como la de Francia en 1789. Y la de Inglaterra que la precedió. Pero en Londres, tuvieron la astucia de preservar su nobleza. Así, fue en la misma Gran Bretaña que se inició la revolución industrial que luego se extendió a Europa, los Estados Unidos, y países como Japón y China.

Pero el burgués, sobre todo en materia de burguesía industrial, no es solo quien detiene la propiedad del capital y procede a la acumulación, es también el que controla el mercado, los impuestos, el crédito, los medios de produción. Al tal punto que se puede hablar de fracciones burguesas. La propiedad se volvió difusa, desde la más pequeña o local e intangible hasta la más grande, en la industría, mina y construcción (edificios o puentes y carreteras) o pesca (buques factoría en alta mar), se financia tanto en los mercados nacionales como internacionales mediante las bolsas de valores.

Distinto es con las oligarquías que fueron quienes gobernaron después de la Independencia, como lo escribió en el gran historiador Jorge Basadre. Una por una, las elites limeñas aumentaron sus propiedades y privilegios, como si continuara un país neocolonial, y de ahí la importancia de las grandes familias, el poder de la parentela como lo explica muy bien la profesora francesa Marie-Danielle Demélas en La invención política. Ni burgueses, ni nobles. En el Perú, dos siglos después, quien es parte de una gran familia tradicional siempre tendrá un puesto, aunque no tenga formación profesional alguna.

El papel de la burguesía lo estudió un filósofo alemán. Uno que escribiendo a su amigo, en 1852, le explica el concepto de “clase social”. Existen clases en las sociedades modernas y una lucha entre ellas. Estamos en una fase histórica determinada por el desarrollo de la producción, y la lucha de clases contempla la abolición de todas hasta la dictadura de una sola, el proletariado. Sí, pues, estoy hablando del Karl Marx (1818-1883) y Engels.

El curioso filósofo estudioso de la economía Karl Marx, antes del Manifiesto Comunista de 1848, antes de su tesis, para descubrir el valor de la fuerza de trabajo y el capital como leyes del capitalismo, fue a diversas universidades. Estos estudios del joven Marx y su lectura de Adam Smith fueron decisivos para teorizar la transformación del trabajo como salario y producción del valor.

Marx era a la vez un revolucionario, un pensador, y un burgués. Nace en una ciudad alemana, en Tréveris. Hijo de un abogado judío, el padre y su familia se convirtieron al cristianismo, del lado protestante. Marx estudió en la Universidad de Bonn. Allí conoce a Jenny von Westphalen que sería su esposa. Luego estudió en la Universidad de Berlín. Seamos sinceros, ir a esas universidades significaba tener una familia que no era rica pero tampoco pobre. Es ahí donde descubre los libros de Georg Hegel y otros idealistas alemanes, como Ludwig Feuerbach, y por supuesto, los intelectuales de la época de Las Luces (los de la Revolución Francesa), o sea Jean-Jacques Rousseau (El contrato social).

Seamos sinceros, el camino a la revolución fue largo. Él se convierte en periodista crítico de los liberales escribiendo en la revista alemana Vorwärts! editada en París. La monarquía prusiana, al ser favorable a la democracia en Francia, pide su cierre, Marx es expulsado de Francia y se exilia en Bélgica. Karl Marx estuvo rodeado por diversas revolucionarias, la de 1848 y 1849. Regresa a Alemania en 1848. Pero tras la caída del rey, se exilia nuevamente, en Londres, y con su esposa e hijos, viven en una pobreza extrema. Muere a los 64 años en 1883. En su funeral, asistieron tan solo once personas. Pese a su pobreza, algo de dinero recibía por escribir para un diario norteamericano, que encontraba sinceridad en sus artículos sobre lo que estaba pasando en el viejo mundo. Pese a su estrechez económica y mala salud, escribe diversas obras, a saber: La ideología alemana (1845) – La miseria de la filosofía (1847) – Manifiesto Comunista (1848) – El capital, tomo I (1867)

Los errores de los rusos en Rusia, desde 1917 hasta el poder estalinista, no están en lo que Marx pensaba del comunismo. El Partido Comunista fue un nuevo tipo de poder político, pero en Rusia lo volvieron el mayor de todos los Estados represivos, con un sistema de opresión que no existió ni en Roma, ni con los esclavos, ni en el sistema feudal, a tal punto que la misma clase dominante renuncia a mantenerlo y desaparece la URSS.

Volviendo al Perú, Henry Pease publicó en 1977 El ocaso del poder oligárquico. Cierto. Pero por los caminos del poder, hoy retorna. Manejan regiones. La clase que emerge es el caos. Algunos quieren unos Andes ocupados por los rusos de hoy. Es curioso, dado que entre las formas de organización de las sociedades, la primera y la más antigua, son los imperios. Ahora bien, vivimos dentro de organizaciones y sistemas políticos que llamamos naciones. Volver al imperio, sería retroceder cinco siglos en la historia. Es algo llamativo el querer tener un poder por encima de nuestro pueblo.

Han pasado dos siglos y todavía no podemos administrar nuestro Estado, terminar de construir la nación, tener pueblos unidos y libres. Quieren gobiernos autoritarios, y el retorno a la dependencia, como en los tiempos de virreyes, con gente nombrada desde el otro lado del mundo.

Estamos realmente al borde del  abismo. (Inclusive ya hay un libro, editado en Perú en el 2012 por el IEP: El nombre del abismo. Meditaciones sobre la Historia de la Historia, de Mark Thurner).Espero equivocarme. Es duro ver morir a sus padres, pero peor es cuando se trata del país de uno, que se muera lo que era nuestra patria…

Las repúblicas pueden desaparecer. Escribí ¿Qué es República? en el 2012, advirtiendo ese peligro latente. ¿Qué fue de la Yugoslavia de Tito? Yo la visité. Pero se rompió. ¿Y por qué se separaron serbios, croatas, eslovenos, macedonios? Un conjunto de identidades, de tal arraigo que se vuelven identidades nacionales. Siento decirlo, pero en Perú, Cusco se siente lejana a Arequipa. Trujillo, lejos de Lima. Ayacucho, lejana de las ciudades costeras. Los peruanos son primero la región que la nación peruana. Algo que sí es muy grave. La conciencia de una nación, pese a todos los problemas que nos aplastan, no la tenemos. No nos vemos como una sola tierra, un solo pueblo, una patria y un solo destino. Desunidos, nos van a devorar. La política no es odiar ni insultar al que discrepa. ¿Por qué? Porque respetar al que piensa distinto es el punto de partida de la civilización. El fútbol y la política se parecen mucho. Se trata de ganar al rival pero está prohibido hacerle daño o matarlo. La esencia de la democracia es el debate, la inventaron los griegos.

Publicado en El Montonero., 15 de agosto de 2022

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